Las repoblaciones de estos lagos a día de hoy son impensables, al menos de una manera tan indiscriminada como se hizo en el pasado, no ya por su coste sino por el daño ecológico que ocasionan. Un ibón forma un ecosistema muy particular y frágil donde endemismos como el Tritón pirenaico (Calotriton asper, antiguamente Europroctus asper) y la Rana pirenaica (Rana pyrenaica) encuentran su hábitat. No hay que olvidar que nuestra preciada trucha, alóctona en estas aguas, es un gran depredador y compite sobre las citadas especies.
Un buen ejemplo de esto último sería la Basa de la Mora, donde los veranos muy secos que reducían considerablemente el volumen de un ibón poco profundo, junto con inviernos muy fríos acabaron con las truchas.
Ibón es el vocablo aragonés que se emplea para designar a los lagos de montaña presentes en el Pirineo. Son lagos de pequeñas dimensiones generalmente a más de 2000 metros de altitud y con un origen glaciar. Para entender su formación tenemos que imaginarnos las grandes glaciaciones, con decenas de metros de hielo acumulado en las montañas. La presión casi vertical de estos espesores de hielo excava una cubeta, llamada circo glaciar, que le sigue permitiendo almacenar más hielo para que a su vez se sigua profundizando la cubeta. Con la retirada del hielo el circo glaciar se llena de agua formándo el ibón.
Comprendiendo su origen, es difícil entender la presencia de truchas en los ibones sin la intervención del hombre. La colonización de estos lagos por la pintona se debe a sucesivas repoblaciones por parte de la administración y particulares, que vieron en estos lagos la oportunidad de crear una reserva piscícola y un atractivo para los pescadores más intrépidos. Pero las condiciones de vida en un ibón son duras y las truchas, en un hábitat ajeno al suyo donde muchas veces son incapaces de reproducirse, van en detrimento por las capturas y la rigurosidad del clima.
Ibón de Plan o Basa de la Mora
LOS IBONES Y
LAS TRUCHAS
Come veis hay razones suficientes para pensar que pronto o tarde este salmónido acabará por desaparecer de muchos de nuestros ibones. De nosotros depende que sea más bien tarde, por eso una captura y suelta en estas aguas es obligada para cualquier pescador respetuoso.
Tritón pirenaico (Calotritron asper)
Pero es injusto hablar de la trucha y los pescadores como única agresión estos lugares mágicos porque, a pesar de lo alejados de la civilización, los ibones tienen varias amenazas. Los represamientos para explotaciones hidroeléctricas que originan variaciones bruscas del nivel de agua, las estaciones de esquí que necesitan agua para sus cañones de nieve artificial y sus complejos, los restos y basuras que abandonan algunos de sus visitantes y un exceso de materia orgánica por las ganaderías de alta montaña son también algunos de sus problemas.