Escarpinosa parece ese lago sacado de una postal del Canadá. Azul brillante, rodeado de pinos y rocas colonizadas por la vegetación. Muchos lo catalogan como el ibón más bonito del pirineo aragonés aunque nosotros no nos atrevemos a decir tanto. Cada ibón tiene su encanto particular y sería injusto compararlos, no obstante hay que reconocer que entra dentro de nuestros preferidos.
Además, Escarpinosa todavía guarda un buen número de truchas. Eso sí no de gran tamaño, pero se puede decir que sorprende a pesar de su reducido tamaño y la presión de los pescadores que no practican la captura y suelta. Tal vez tenga que ver el pequeño torrente que desemboca en él, donde también podremos realizar alguna captura. No es de extrañar que hayan podido sacar adelante alguna puesta.
Ibón verde y azul de Escarpinosa
Nada más llegar al ibón podemos ver que no es fácil de pescar. Las zonas más accesibles para la pesca son justamente las de menor profundidad. Además algunas de sus orillas son lo suficientemente abruptas como para impedir su pesca. Por eso es recomendable la pesca con buldó si vemos a las truchas comer, ya que nos va a permitir con lances largos llegar a las zonas donde las truchas buscan la comida. Si optamos por subir con nuestra cola de rata, tendremos rodear el ibón e ir buscando como bajar a las zonas de mayor profundidad y refugio para las truchas. Todo esto a sabiendas que nuestro campo de acción será pequeño al no poder desplazarnos a lo largo de la orilla.
Captura en el torrente de Escarpinosa
Pescando en Escarpinosa