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Si sabemos esperar, veremos que hay momentos del día en el que las truchas están más activas nadando cerca de la superficie. Lo hacen lentamente, sin un rumbo fijo, cambiando de dirección y sentido. Buscan y comen con tranquilidad los insectos que caen en la superficie del agua. Sí, ha llegado el momento de sacar nuestra mejor colección de moscas. Hormigas de ala, diferentes tamaños de efémeras en sus diferentes colores y tricópteros marrones, grises y negros en anzuelos del 16 al 20, son moscas que nunca pueden faltar en nuestra caja cuando subimos a un ibón. 


Nuestras experiencias nos han demostrado que unas truchas famélicas, acostumbradas a comer cualquier insecto que caiga al lago, se apresuran en tomar cualquier buena imitación incluso aunque se encuentren atadas a una pesada boya.

Por eso, en un ibón, generalmente recomendaremos la pesca con buldó.  Perderemos la magia de posar la imitación con delicadeza y puede que hasta sea un sacrilegio, como anuncia una antigua leyenda aragonesa, romper la calma de las tranquilas aguas del ibón con nuestra boya. Pero sin duda ganaremos metros y rapidez en el lanzado. Dos factores que nos harán aumentar nuestras picadas si logramos colocar nuestros señuelos lo suficientemente alejados para no asustarla pero justo en su trayectoria para que los pueda ver.

Tampoco viene mal llevar alguna emergente de quironómido principalmente de color negro en anzuelos del 18 al 22, para las eventuales eclosiones que podamos encontrar de estos pequeños insectos.

Efémera en el Ibón de Escarpinosa

Pescar con mosca seca en un ibón es tan complicado como espectacular y bonito. Es una pesca a pez visto, donde la extrema transparencia del agua y la movilidad de las truchas por toda las superficie del lago, juegan un importante papel en nuestra contra. La gran visibilidad en la columna de agua, hace que nos sea tan fácil verlas como fácil es que nos vean a nosotros. Por eso tenemos que realizar movientos pausados, sin brusquedades y esperar el mejor momento para el lanzado. Este suele ser cuando se aleja ibón adentro ya que es dificil que nos pueda ver.



Como hemos comentado la trucha que está comiendo no está quieta. Por lo que hay que presentar la mosca en la trayectoria de nuestro objetivo y se tiene poco tiempo, apenas un par o tres falsos lances para poder sacar los metros necesarios. Cuando las truchas comen por todo el lago hasta nuestros lances más lejanos pueden quedarse cortos. Al menos tenemos la ventaja de que en estas aguas la trucha busca su comida y no dudará en acercarse a tomar un buen tricóptero aunque hayamos errado el lance en unos metros.

Hermosa captura con buldó

MOSCA SECA

Y BULDÓ

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